Han pasado casi 30 años desde que el médico canadiense David G. Bailey informara de su sorprendente conclusión de que al tomar ciertos medicamentos junto con zumo de naranja, aumentaba la tasa de absorción de estos fármacos en el cuerpo, provocando que el medicamento se absorbiera en cantidades tales que el efecto terapéutico podía verse aumentado hasta el punto de suponer una amenaza por sobredosis. Hoy, Bailey informó a la American Chemical Society de que una nueva investigación ha demostrado que el zumo de pomelo provoca el efecto opuesto en otros medicamentos, lo que dificulta su absorción de manera que los hace inútiles en muchos casos.
Bailey, profesor de farmacología clínica en la Universidad de Ontario Occidental (Canadá), presentó sus conclusiones en la 236 reunión nacional de la sociedad química, donde informó de los efectos bloqueantes de absorción en los zumos de pomelo, naranja y manzana. La recomendación de Bailey es que los medicamentos deben tomarse sólo con agua para obtener resultados más seguros y beneficiosos.
El equipo de investigación de Bailey estudió tres grupos de personas que tomaron fexofenadina, un antihistamínico. Un grupo tomó el antihistamínico con zumo de pomelo, otro con agua y naringina (la sustancia que le da sabor amargo al zumo de pomelo), y el tercer grupo tomó el antihistamínico sólo con agua. El análisis reveló que el zumo de pomelo disminuyó la absorción en el 50% con respecto al grupo que tomó el medicamento sólo con agua. Esta disminución de la absorción es suficiente para generar una diferencia crítica en el tratamiento de muchos problemas médicos graves.
Bailey dijo que sus conclusiones son sólo la «punta del iceberg», y expresó su confianza en que haya nuevas investigaciones que revelen las interacciones entre los medicamentos y los líquidos que se toman. Algunos de los medicamentos cuya absorción se ve disminuida al tomar zumo de toronja, naranja y manzana incluyen:
- el agente contra el cáncer etopósido;
- los beta-bloqueadores atenolol, celiprolol, y talinolol, frecuentemente prescritos para la hipertensión y para prevenir ataques al corazón;
- ciclosporina, el fármaco que ayuda a prevenir el rechazo de los órganos después de los trasplantes, y
- los antibióticos ciprofloxacina, levofloxacino, y el itraconazol.